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jueves, 6 de octubre de 2016

Expulsan las familias del campo a fuerza de agrotóxicos autorizados por el Ministerio de Agricultura de Uruguay.

Continúa la contaminación indiscriminada de agrotóxicos de suelos, agua y aire.



No se detiene el accionar de la agroindustria en la aplicacion de los agrotoxicos que el MGAP, autoriza que son aplicados sobre escuelas, casas, cultivos de alimentos, animales y cursos de agua.

Estos peligrosos venenos (tóxicos, utilizados en el agro), llegan hasta ellos muchas veces por la acción natural del viento y el MGAP pretende anunciar que el hombre tiene dominio sobre este elemento de la naturaleza. En un país que en un solo día, podemos tener casi todos los climas.
Además determina distancias mínimas de aplicacion a distintos lugares, como son viviendas, aguadas, arroyos,etc. Pero la REALIDAD comprueba cada día que el MGAP no tiene recursos para poder CONTROLAR que algo de esto se cumpla a lo largo de todo el País.

AHORA YA NO SOLO MOLESTAN LAS COLMENAS en los campos, que con su muerte denuncian las insustentables e insostenibles prácticas agrícolas promocionadas por el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca.

AHORA TAMBIÉN MOLESTAN LAS FAMILIAS ubicadas en la ruralidad que denuncian una y otra vez la continua intoxicación a que son sometidos ellos y los recursos de todos los Uruguayos.



Imaginen la complicada situación que enfrentan estas familias. Imaginen la presion de esas madres presionando a su marido para abandonar sus pequeños emprendimientos de vida rurales e emigrar, bajo la situación que sea, ubicándose en los pueblos o ciudades donde puedan estar mas protegidos, porque sus hijos están siendo intoxicados en las escuelas rurales.

En Uruguay los médicos califican de "intoxicación leve" lo que sufre un niño en base a los síntomas que manifiesta y no a los análisis fehacientes de su orina o sangre. Porque en Uruguay no se cuenta con la tecnología que existe hasta en los países limítrofes para cuantificar la presencia de agrotóxicos en la sangre, orina y leche materna de las personas.

De esta forma no es posible relacionar enfermedades que se puedan desarrollar por causa de los agrotóxicos, Que actúan, por acción acumulativa en los seres vivos, acción por contaminación crónica, acción por sinergia de varios de estos, (los agrotóxicos no se aplican de a uno, y además se utilizan varios). Y además no se pueden relacionar con enfermedades que se despiertan, que se manifiestan mucho después del momento de la intoxicación y que son provocados por esta.
En todo esto, también se debe de tener en cuenta que las personas pueden son proclives a contraer ciertas enfermedades en forma distinta, debido a características genéticas y fenotípicas propias de cada una de ellas.

El 28 de setiembre, Avioneta fumigadora bombardea agrotóxicos sobre escuela, niños y vecinos en Soriano

El 30 de setiembre :


Denuncian fumigación a 150 metros del Río de la Plata


El viernes a última hora, el concejal Gonzalo Rodríguez recibió una llamada de una residente permanente del balneario Kiyú, denunciando la fumigación con un mosquito a los fondos de su casa, a una distancia no permitida por las reglamentaciones vigentes. Otro residente en el balneario, interesado en los temas ambientales y colaborador de La Semana, estuvo en el lugar pero no pudo constatar visualmente la fumigación.

Pero allí no culminó la historia, ya que el sábado 1º en la mañana, se reiteró el incidente y allí sí, Jorge Gambetta pudo sacar imágenes y constató la fumigación a menos de 150 metros de la costa del Río de la Plata, lo que lo llevó a realizar una denuncia en la página web del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), que lleva el número 671. Se le informó a Gambetta y a la vecina que realizó la primera denuncia que el lunes, técnicos del MGAP estarían en la zona, aunque ya se sabe que lo peor habrá pasado.

En tanto que el concejal Gonzalo Rodríguez, se contactó con el titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), Alejandro Nario, quien le informó cómo elevar la denuncia a DINAMA, algo que realizó el mismo lunes.

En diálogo con La Semana, el concejal Rodríguez, comentó que esta no es la primera vez que realiza denuncias por fumigaciones en zonas no permitidas y recordó instancias similares a partir de fumigaciones ocurridas en cercanías de las escuelas 73 y 77, donde se fumigó también muy cerca. Vale recordar que las disposiciones vigentes establecen que no se puede realizar fumigación mecanizada a menos de 300 metros de poblaciones o centros de estudio, mientras que si son aéreas, debe mantenerse una distancia de hasta 500 metros.

Como dato hay que mencionar que días atrás, en Soriano se denunció que los alumnos, el auxiliar de servicio y vecinos de una escuela de ese departamento, fueron afectados por la aplicación aérea de agroquímicos, por efecto de la deriva.

HIGIENE Recordó el representante frenteamplista, que en la reciente visita del novel director de Higiene, Salud y Medio Ambiente Yarwin Silveira, le reclamó el trabajo activo de la Intendencia en esta materia, pero las respuestas de Silveira, según Rodríguez, fueron evasivas. El Concejal recordó también que esa Dirección de la ISJ solo tiene cuatro funcionarios, por lo cual es difícil que puedan realizar efectivos controles.

Rodríguez se preguntó si no hubiese sido mejor que en lugar de gastar tanto en los sueldos de subdirectores, se hubiese invertido parte de ese dinero en nuevos puestos de inspectores.

El representante del FA en el Municipio de Libertad, concordó con el planteo de la edila de su partido, Ana Gabriela Fernández, respecto de generar una política de gestión de riesgo local en materia ambiental.

Fuente: http://www.lasemana.com.uy/

Apicultores y vecinos de San José protestan ante las autoridades por fumigaciones con glifosato

Ruben Riera es médico jubilado y docente de química, pero su profesión, desde hace 30 años, es la de apicultor. Llegó a tener 1.500 colmenas pero hoy tiene 150, un poco por su edad, dice, y otro por el mal panorama que pinta el rubro. Es uno de los tantos que ven cómo su trabajo va perdiendo intensidad y los apicultores reducen el nivel de su producción o directamente abandonan. “Cambió radicalmente. En 182 años de apicultura en el país nunca hubo una situación tan crítica en Uruguay. Hoy por hoy, es más rentable trabajar como empleado en una empresa que tener colmena”, dijo Riera, presidente de la Comisión Directiva de la Sociedad Apícola Uruguaya (SAU) en diálogo con la diaria.
Según publicó ayer el periódico de Libertad La Semana, la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) y la SAU se reunieron el martes con el titular del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré Aguerre, para plantear uno de los problemas que más afectan a su forma de vida: las fumigaciones con glifosato. Este año, los mercados de Europa y Estados Unidos se cerraron a la miel uruguaya por contener ese agrotóxico por encima de los niveles permitidos. La Unión Europea, por ejemplo, establece un máximo de 0,05 miligramos por kilo, y la miel uruguaya tenía más de 100 miligramos, por lo que se perdió la exportación de 80.000 kilos. En un comunicado, la CNFR denunció la “aplicación irracional de agroquímicos” como parte de un modelo “concentrador y contaminante”.
Según Riera, la reunión que Aguerre convocó, que incluyó también a otros delegados de departamentos del MGAP, significó un gesto de preocupación por parte de las autoridades, ya que la miel uruguaya con alta presencia de glifosato se renegocia a un precio menor, porque los importadores se ven obligados a mezclarla con miel en mejores condiciones. Como respuesta, el ministro ordenó que se elaborara un plan para evaluar el impacto del glifosato en distintas “matrices”, en particular el agua. El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria estará encargado de la parte técnica y la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) ejecutará los análisis. Aguerre aseguró a los delegados de los productores que en noviembre, cuando vuelva de China, los testeos estarán en marcha. Con los datos, se hará un “mapeo”, pero la medida no conforma del todo a los productores de miel: “No estamos de acuerdo, porque un planteo que se ha hecho es que los apicultores trabajen en las zonas que el mapeo establezca como de bajo riesgo, pero eso significaría moverse, que es un costo extra. Cuando tengamos resultados, ¿qué hacemos? Segundo, las abejas viajan hasta ocho kilómetros en busca de agua y polen, así que podrían llegar a zonas fumigadas con glifosato. Además, si los apicultores están ubicados en un lugar es porque encontraron mayor productividad. Los territorios son diferentes. No es una solución, y menos una inmediata”, se quejó Riera. “Hay tierras en este país que aún tienen niveles altos de glifosato que fueron tratadas hace siete años”, agregó.
Hoy hay unas 600.000 colmenas en Uruguay. Entre 90% y 95% está destinado a la exportación. Este año, según el presidente de la SAU, se trabajó a pérdida: se estima que se produjeron unos 9.000.000 de kilos, una caída de 25% con respecto a 2015. En noviembre empezaría la zafra del año, lo que aumenta la preocupación de los apicultores. Al glifosato se agregarían los vaivenes del mercado internacional, condicionado en mayor medida por China, que hoy no importa miel uruguaya. “Sumémosle a eso que el apicultor venía con unos costos de producción que se soportaban con un precio de 2,5 dólares por kilo, y hoy no se vende a 1,1. La miel está valiendo menos hoy que lo que se paga por el azúcar en los supermercados”.
En noviembre también vendría una misión de China para evaluar la producción local y el sistema de trazabilidad, con la idea de considerar la compra de miel local. Para amortiguar las pérdidas, desde la SAU piden al gobierno que se aplace por un año el pago de la última cuota de un crédito por emergencia apícola que el MGAP otorgó en julio. “Si no, trabajaríamos a pérdida”, aseguró Riera.
La Semana también publicó el martes que el concejal frenteamplista Gonzalo Rodríguez recibió el viernes una llamada de un habitante del balneario Kiyú que denunciaba que un vecino estaba fumigando con un “mosquito” (un vehículo destinado a ese fin) cerca del fondo de su casa. El sábado, la denuncia se repitió, y el periodista Jorge Gambetta constató que se estaba fumigando a menos de 150 metros de la costa del Río de la Plata. El periódico publicó que Rodríguez se reunió con el director de Higiene, Salud y Medio Ambiente de la Intendencia de San José (ISJ), Yarwin Silveira, para plantearle reclamos sobre los hechos, pero que la ISJ sólo tiene cuatro funcionarios, que no son suficientes para hacer los controles necesarios en todo el territorio.
Según fuentes del organismo, la Dirección Nacional de Medio Ambiente recibió la denuncia, pero como estaba fuera de su marco de actuación, tuvo que ser remitida a la DGSA del MGAP, que se encarga de verificar la composición química de los plaguicidas y de fiscalizar y sancionar. Según la normativa vigente, no se puede hacer fumigaciones mecanizadas a menos de 300 metros de poblaciones o escuelas. Según comentó el concejal al semanario de San José, no es la primera denuncia por fumigaciones en zonas no permitidas, y este año se realizaron incluso cerca de escuelas.
Fuente: http://ladiaria.com.uy/


  

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SI NO ACTUAMOS MORIREMOS MUCHOS EN LA RULETA GENETICA